domingo, 22 de agosto de 2010


Cuando su confesión lastimó mis oídos,
me dije no lo escuches, no te ahogues en su mar.
Yo abrí de par en par las puertas de mi alma
y dejé que saliera mi secreto peor,
disimulando lo triste y conservando la calma
le dije "aunque no creas, estoy buscando amor".

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